
Lejos de debates que nada tienen que ver con la manera que debemos tratar a los animales, tenemos ante nosotros un nuevo reto: erradicar absolutamente todos los espectaculos que impliquen violencia o desprecio hacia los animales. Quedan en Catalunya manifestaciones supuestamente culturales como los correbous, y entre ellos, por ejemplo, los bous embolats o los capllaçats, de una crueldad a todas luces inaceptable, pero también otras manifestaciones arraigadas en otros lugares de España, en las que se comenten todo tipo de salvajadas con diferentes animales como gallos, cabras, burros, etc...
Es de desear que todas las personas que han posibilitado con su actitud o con su voto, la abolición de las corridas de toros, lo hagan también con estas otras prácticas que nos avergüezan como sociedad y como personas.